La sensación de que el pelo ha dejado de crecer es muy común sobre todo si no se cuida e hidrata adecuadamente.
Lo más importante para que el crecimiento sea constante es tener un cabello sano, sin puntas abiertas, así como utilizar productos apropiados y de calidad.
Una forma económica y ecológica de conseguir un pelo largo en poco tiempo es a través de los remedios naturales.
Te daré a continuación unos sencillos trucos con los cuales lograras que tu cabello este más sano y nutrido desde la raíz y por ende crezca de manera rápida.
Áloe vera:
Esta excelente planta es reconocida por sus muchos beneficios en cuanto al cuerpo la piel y como punto central para nuestro tema el cabello,ya que nos ayuda a mantenerlo fuerte, brillante y sano ayudando también al crecimiento. ¿Cómo usarlo? Puedes cortar la penca de sábila sacar el cristal, cortarlo en trozos y dejarlo en agua durante la noche; al día siguiente usas el agua para lavarte el cabello. Si lo usas varias veces por semana notaras resultados favorables para tu cabello.
Aceite de coco:
El aceite o manteca de coco es una sustancia grasa empleada habitualmente en la industria cosmética como jabón.
Aplicado en el cabello, el aceite de coco suaviza intensamente y se puede utilizar perfectamente a modo de acondicionador sin enjuague, localmente en las puntas, evitando el cuero cabelludo.
Gracias a este producto se evita la pérdida de proteínas del pelo, tendrás un pelo mucho más sano y, de esta manera, crecerá rápidamente.
Agua de papa:
La papa es reconocida por su alto contenido en nutrientes los cuales en este caso los podemos aprovechar a favor de nuestro cabello, ¿Cómo hacerlo? Es muy simple solo toma las cascaras de la papa colócalas a hervir un agua, luego deja que la cocción repose hasta que el agua este tibia, lava tu cabello normalmente y utiliza el agua para el enjuague final. Si lo usas dos o tres veces por semana veras resultados positivos a corto plazo.
Aceite de oliva:
Las propiedades del aceite de oliva son innumerables, en el caso que nos ocupa hablaremos de su capacidad para bloquear la hormona dihidrotestosterona (DHT).
Esta secreción es la gran culpable de la mayoría de casos de calvicie masculina ya que reduce el tamaño del folículo piloso. Gracias al bloqueo perpetrado por el aceite de oliva el pelo no se caerá.
Además, es rico en vitamina E, tiene acción antioxidante y previene el envejecimiento celular, así como la formación de células cancerosas.
Cebolla:
Es una planta reconocida por sus beneficios en la salud y en el cabello tiene resultados magníficos. Actúa en los folículos capilares del cuero cabelludo lo cual promueve mayor circulación sanguínea hacia esta parte del cuerpo. Para usar esta planta puedes hacerlo de diferentes maneras: en mascarillas para masajear el cuero cabelludo mezclándola con miel o picada en el champú habitual y usarlo 3 o 4 veces a la semana. De esta manera fortaleces el cabello y así crecerá rápidamente.
La cebolla, sobre todo la roja, es un alimento esencial en nuestras dietas dadas sus incontables propiedades: Combate el reumatismo, la enfermedad de la gota, las infecciones, la osteoporosis...
También puedes agregar trocitos de cebolla al champú dejando reposar durante dos semanas aproximadamente, pasado este periodo extraeremos la cebolla para que su desagradable olor no quede impregnado.
Romero:
Esta hierba contiene propiedades estimulantes que despierta el cuero cabelludo y hace que crezca el cabello. Puedes usarlo en infusión como enjuague y dejarlo, o en aceite o en vinagre. Esta planta proporciona nutrientes que aceleran el crecimiento del cabello además de mantenerlo sano.
Aceite de romero esta solución es contra la caída y fortalecimiento del cabello, además, conseguirán retrasar la aparición de canas.
Aceite de coco:
El aceite o manteca de coco es una sustancia grasa empleada habitualmente en la industria cosmética como jabón.
Aplicado en el cabello, el aceite de coco suaviza intensamente y se puede utilizar perfectamente a modo de acondicionador sin enjuague, localmente en las puntas, evitando el cuero cabelludo.
Gracias a este producto se evita la pérdida de proteínas del pelo, tendrás un pelo mucho más sano y de esta manera, crecerá rápidamente.
Ortiga:
Hacer una infusión de ortiga y aplicar dando masajes es una de las mejores opciones. Este remedio se dejará actuar a lo largo de la noche y se eliminará al día siguiente lavando normalmente.
Esta hierba contiene propiedades estimulantes que despierta el cuero cabelludo y hace que crezca el cabello. Puedes usarlo en infusión como enjuague y dejarlo, o en aceite o en vinagre. Esta planta proporciona nutrientes que aceleran el crecimiento del cabello además de mantenerlo sano.
Aceite de romero esta solución es contra la caída y fortalecimiento del cabello, además, conseguirán retrasar la aparición de canas.
Aceite de coco:
El aceite o manteca de coco es una sustancia grasa empleada habitualmente en la industria cosmética como jabón.
Aplicado en el cabello, el aceite de coco suaviza intensamente y se puede utilizar perfectamente a modo de acondicionador sin enjuague, localmente en las puntas, evitando el cuero cabelludo.
Gracias a este producto se evita la pérdida de proteínas del pelo, tendrás un pelo mucho más sano y de esta manera, crecerá rápidamente.
Ortiga:
Hacer una infusión de ortiga y aplicar dando masajes es una de las mejores opciones. Este remedio se dejará actuar a lo largo de la noche y se eliminará al día siguiente lavando normalmente.
A partir de 15 días comenzaras a percibir cambios evidentes en el crecimiento y calidad de tu pelo.
Aceite de lavanda:
La lavanda o Lavandula es una planta ornamental de la que se extraen esencias y se caracteriza por su aplicación en medicina y como condimento alimenticio.
Nuestro cabello se beneficiará de la aplicación de aceite de lavanda a diario durante unos meses frenando su caída. Notarás un crecimiento intenso y un pelo mucho más sano.
Aceite de ricino:
A pesar de que las semillas de ricino son muy tóxicas y que se aplican en la fabricación de barnices, pinturas, lubricantes o líquidos para frenos. Condiciones que a priori nos harían desconfiar.
Una vez se destruye la ricina es uno de los purgantes más efectivos y su contenido en ácido ricinoleico protege el cabello y el cuero cabelludo de infecciones. Además, hidrata y nutre consiguiendo que nuestro cabello luzca brillante, fuerte y grueso.
La cebolla, sobre todo la roja, es un alimento esencial en nuestras dietas dadas sus incontables propiedades: Combate el reumatismo, la enfermedad de la gota, las infecciones, la osteoporosis...
Agregaremos trocitos de cebolla al champú dejando reposar durante dos semanas aproximandamente, pasado este periodo extraeremos la cebolla para que su desagradable olor no quede impregnado.
Aceite de jojoba:
La jojoba produce una cera líquida única de cuyas propiedades se benefician múltiples industrias.
Aplicando este aceite se sellará el folículo piloso evitando la fuga de humedad, característica que lo diferencia del resto de productos que os ofrecemos los cuales actúan penetrando en el cabello.
Aceite de almendras:
Este tratamiento no fomenta el crecimiento pero sí mejorará el aspecto y la calidad del cabello. Y sabemos que la condición principal para que el pelo se desarrolle es que se cuide y esté sano.
El aceite de almendras aporta hidratación, protección, por otro lado, elimina células muertas de la piel y alivia inflamaciones. Notarás que el pelo se quiebra mucho menos incidiendo en el volumen y cantidad.
Sábila y miel:
Extrayendo la pulpa de la planta de aloe vera y mezclándola con miel consigues un crecimiento rápido y llamativo.
Para conseguir un efecto mayor se debe dejar actuar la unión durante 20 minutos aproximadamente y, posteriormente, proceder a aclarar normalmente.
Huevo, aceite de oliva y miel:
Recomendamos aplicar una mezcla de huevo, un chorrito de aceite de oliva y dos cucharadas de miel masajeando el cuero cabelludo.
A continuación, dejaremos actuar la combinación durante al menos media hora y lavaremos normalmente.
Aceite de árbol de Té:
El aceite de Árbol de Té o de malaleuca liberará de posibles obstrucciones a los poros permitiendo el crecimiento del pelo.
Asimismo, hidrata, repara y fortalece favoreciendo un cabello sano, fuerte y bonito.
Aceite de semilla de uva:
El último remedio que os proponemos es uno de los más seguros y eficaces. Hablamos de un aceite ligero y poco graso, de absorción rápida recomendado para cualquier tipo de cabello.
Además, es totalmente inodora por lo que representa el mejor compañero para champús y acondicionadores.
Aceite de lavanda:
La lavanda o Lavandula es una planta ornamental de la que se extraen esencias y se caracteriza por su aplicación en medicina y como condimento alimenticio.
Nuestro cabello se beneficiará de la aplicación de aceite de lavanda a diario durante unos meses frenando su caída. Notarás un crecimiento intenso y un pelo mucho más sano.
Aceite de ricino:
A pesar de que las semillas de ricino son muy tóxicas y que se aplican en la fabricación de barnices, pinturas, lubricantes o líquidos para frenos. Condiciones que a priori nos harían desconfiar.
Una vez se destruye la ricina es uno de los purgantes más efectivos y su contenido en ácido ricinoleico protege el cabello y el cuero cabelludo de infecciones. Además, hidrata y nutre consiguiendo que nuestro cabello luzca brillante, fuerte y grueso.
La cebolla, sobre todo la roja, es un alimento esencial en nuestras dietas dadas sus incontables propiedades: Combate el reumatismo, la enfermedad de la gota, las infecciones, la osteoporosis...
Agregaremos trocitos de cebolla al champú dejando reposar durante dos semanas aproximandamente, pasado este periodo extraeremos la cebolla para que su desagradable olor no quede impregnado.
Aceite de jojoba:
La jojoba produce una cera líquida única de cuyas propiedades se benefician múltiples industrias.
Aplicando este aceite se sellará el folículo piloso evitando la fuga de humedad, característica que lo diferencia del resto de productos que os ofrecemos los cuales actúan penetrando en el cabello.
Aceite de almendras:
Este tratamiento no fomenta el crecimiento pero sí mejorará el aspecto y la calidad del cabello. Y sabemos que la condición principal para que el pelo se desarrolle es que se cuide y esté sano.
El aceite de almendras aporta hidratación, protección, por otro lado, elimina células muertas de la piel y alivia inflamaciones. Notarás que el pelo se quiebra mucho menos incidiendo en el volumen y cantidad.
Sábila y miel:
Extrayendo la pulpa de la planta de aloe vera y mezclándola con miel consigues un crecimiento rápido y llamativo.
Para conseguir un efecto mayor se debe dejar actuar la unión durante 20 minutos aproximadamente y, posteriormente, proceder a aclarar normalmente.
Huevo, aceite de oliva y miel:
Recomendamos aplicar una mezcla de huevo, un chorrito de aceite de oliva y dos cucharadas de miel masajeando el cuero cabelludo.
A continuación, dejaremos actuar la combinación durante al menos media hora y lavaremos normalmente.
Aceite de árbol de Té:
El aceite de Árbol de Té o de malaleuca liberará de posibles obstrucciones a los poros permitiendo el crecimiento del pelo.
Asimismo, hidrata, repara y fortalece favoreciendo un cabello sano, fuerte y bonito.
Aceite de semilla de uva:
El último remedio que os proponemos es uno de los más seguros y eficaces. Hablamos de un aceite ligero y poco graso, de absorción rápida recomendado para cualquier tipo de cabello.
Además, es totalmente inodora por lo que representa el mejor compañero para champús y acondicionadores.
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