Amado Padre Celestial, vengo a tu presencia en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo, este día reconozco que tu eres mi Dios, que eres grande, poderoso y puedo confiar en que renovaras mis fuerzas para seguir adelante y hacer de este día un día maravilloso. Gracias Señor, porque cuando mis fuerzas se agotaron tu me distes la tuya, y aunque muchas veces no estuve consciente de ello, hoy comprendo, que aun en mi indiferencia tu siempre estuviste a mi lado y me distes aliento para continuar.
AMEN...
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