viernes, 25 de julio de 2014

¿Cómo bajar 9 kilos en 6 semanas?








Estuvo en el listado de bestseller del New York Times hace algunos meses y hoy se abre paso en varios países latinos gracias a la llegada del libro que detalla cómo conseguir lo que promete el título: bajar 9 kilos en 6 semanas.

El autor de "6 semanas para estar 10 puntos" es Venice Fulton, que alguna vez escribió en la revista Celebrity Bodies y que ahora, con su sistema, pretende tener a todos sus seguidores, como él lo llama, en 10 puntos al término de semanas postulado.

Fulton describe su “estar 10 puntos” con palabras bien sencillas: perder peso, tonificar todo el cuerpo, adelgazar los muslos, tener un vientre más plano y tener una piel, uñas y cabello más sanos. Su programa parte por desechar las mediciones más usadas y conocidas para establecer el peso y la grasa corporal del cuerpo.

Así de categórico: hay que olvidarse de la famosa ecuación que establece el IMC, Indice de Masa Corporal. (También pide olvidar las tablas de peso-altura creadas alguna vez en Estados Unidos).

Para establecer un parámetro de trabajo, el autor señala que ahora en vez de IMC, hay que recurrir a los siguientes elementos: mirarse al espejo, usar la ropa como referente (sin dejarse guiar por las tallas porque éstas cambian según el fabricante), y tomarse fotos para poder comparar (siempre en la misma posición y luz).

El plan considera dos premisas: no hay límite en cuanto al peso que se quiere perder aunque recomienda no más de 10 kilos en determinado tiempo, porque de lo contrario se pierde musculatura; y el tiempo recomendable son 6 semanas para que la perdida sea de grasa, no de peso líquido ni de peso músculos.

Sus planes son tres: ola (5 kilos en 6 semanas), llamarada (7 kilos en 6 semanas) y terremoto (10 kilos en 6 semanas), los cuales implican diferentes grados de dificultad y disciplina.

Aclara, en todo caso, no se debe hacer ejercicio excesivo porque eso termina haciéndole mal a todo el cuerpo, como al sistema inmunitario, las articulaciones y el sistema químico. ¿Y qué es demasiado? Más de 2 horas diarias de ejercicio.

Las claves de este plan son varias:

1.-Saltarse el desayuno: pese a todo lo que nos han dicho de que es fundamental, Fulton señala que si el cuerpo no tiene energía corriendo por la sangre porque la quemó en la noche, al despertar, en vez de darle combustible, se le debe obligar a ir a gastar el combustible almacenado. Es simple, dice, no se puede quemar grasa si se tiene mucha energía circulando en el sistema. No desayunar ayuda a comerse la grasa corporal.

2.-Baño reductor: o mejor dicho darse todos los días una tina de agua templada a fría. La temperatura del agua debe estar entre los 20 y 15 grados Celsius para obligar al organismo a bajar su temperatura corporal y activar el metabolismo. Se debe sumar el cepillado del cuerpo para activar el sistema linfático. Si no se tiene la posibilidad, entonces, darse una ducha sirve. Todo por un máximo de 15 minutos. Ahh, en las mujeres este baño tiene un gran efecto al reducir sus muslos.

3.-Oro negro y verde: lo primero que se debe llevar a la boca, después de despertar y bañarse, debe ser café o té negro que concentren cafeína a juicio de Fulton. Esta estimula el sistema nervioso central y hace que se queme más grasa. La cafeína, sostiene, hace que las células grasas se abran y vacíen su contenido al torrente sanguíneo y para poder quemarlas no se le puede combinar con ningún tipo de caloría. O sea, tomar café sin azúcar, sin leche y sin ningún otro acompañamiento.

Lo otro que se debe sumar al plan es el té verde, que hace que se reduzca el apetito, ayuda en la quema de grasas y hace que la insulina mejore su tarea de absorber el exceso de carbohidratos. La medida: dos a 4 tazas diarias sin azúcar.

4.-Hacer ejercicio: que también puede ser simplemente moverse. Fulton aclara que hacerlo más rápido no significa que el resultado sea mejor, por lo que se debe apostar por el ejercicio sin excederse. Recomienda correr, o bailar, antes que hacer sentadillas, porque lo primero usa más músculos. Debe ser, ojalá, todos los días, en la mañana.

5.-Comer tres veces al día: desecha la teoría de comer con intervalos de 4 horas, para hacer cinco ingestas en el día. Dice que eso sólo hace engordar más. Asegura que hacerlo tres veces calma el apetito. Esto implica almorzar temprano, comer algo a media tarde y cenar dos horas antes de irse a dormir. Y hacerlo lentooooo, o sea, en no menos de 20 minutos.








6.-Comer proteínas: fundamentales porque no las produce el cuerpo. Ayudan a controlar el apetito y deben estar en todas las comidas. La porción; fácil, la mitad del plato que se vaya a consumir y que no vayan acompañadas de muchos carbohidratos.

7.-Limitar los carbohidratos: aunque dice que no se necesitan para vivir, propone que sean la otra mitad del plato, pero no en su tamaño. Dice que si se mantienen en niveles sensatos, el cuerpo perderá grasa corporal. Lo sorprendente es que en un primer momento, no importa la calidad de los carbohidratos, sino la cantidad (no deben superar los 120 grs diarios) O sea, el carbohidrato puede venir de la Coca-Cola o del brócoli.

Pone ojo en el hecho de que los ‘carbohidratos rápidos’ llegan demasiado pronto al estómago lo que hace que antes de que actúe la leptina (indicador de saciedad) se coma muchos más. ¿Y cuáles son los rápidos? Los líquidos (Coca-Cola o batidos) y por ello recomienda los que tienen más fibra que se comen lento (arroz). Si los carbohidratos se digieren rápido se convertirán en glucosa e impedirán quemar el combustible reservado en grasa.

Hay que descartar los ‘carbohidratos furiosos’ asociados principalmente al azúcar, porque ellos sí que bloquean la leptina, disparan la insulina y la dopamina, que los convierte en adictivos.

8.- Cuidado con la fruta y vegetales sin límite: aunque las frutas tienen fibra y por eso necesarias, no hay que engañarse con ella, son altas en azúcar llamada fructosa y ésta hace que la insulina deje de trabajar. Se recomiendan aguacate (palta), arándanos, pomelos, limones, piñas, ciruelas, frutillas y tomates. Y descartar los damascos, higos, mangos, duraznos, peras, pasas. No más de dos piezas al día, nunca en la noche. Sobre los vegetales se entienden por las hojas verdes, los otros son carbohidratos de fibra como el choclo, las habas, la zanahoria, la remolacha (beterraga)

9.- Hacer pesas: es bueno hacerlo una vez cada 10 días para tonificar el cuerpo.

10.-Inflar globos: resulta el mejor mecanismo para conseguir un buen abdomen. Hacerlo de pie, de preferencia en la noche, alternadas, después de unas horas de haber cenado y usar globos duros, que se desechan cada vez. Primero hacerlo 10 veces, la vez siguiente, 12 y así hasta llegar las 20 veces en plan de mantenimiento.

11.-Dormir y combatir el estrés: el cortisol liberado por el estrés no es buena compañía porque hace que la energía no utilizada se convierta en grasa. Hacer ejercicio ayuda a absorber los carbohidratos liberados por el estrés. Y dormir bien activa el metabolismo.

12.-Tomar agua: no demasiada, pero la necesaria para que funcionen todas las células. ¿La cantidad? Hacerlo cuando se tenga sed y evitar las saborizadas porque desactivan el apetito y la quema de grasas.

13.-Platos chicos: los de 23 cm. de diámetro son suficiente, porque se come con los ojos. Achica las tazas también.

NOTA: este artículo es referencial del libro. Toda dieta debe ser prescrita por un médico según el estado de salud de cada paciente.






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