LOS HONGOS.
Los hongos son unos microorganismos que habitan en múltiples lugares del planeta incluido el organismo humano, pero en ocasiones pueden descontrolarse y producir una infección micótica en diferentes áreas del cuerpo como la piel, los genitales y el intestino.
Existen muchos tipos de hongos y cuando estos proliferan en exceso pueden aliarse con bacterias y virus para producir infecciones. La infección por hongos estándar suele ser superficial y puede atenderse rápidamente con los tratamientos adecuados, pero una infección que ha proliferado o no ha sido tratada puede ser muy difícil de eliminar porque puede expandirse a órganos internos causando graves complicaciones.
Las infecciones con hongos suelen ser comunes y recurrentes en personas con el sistema inmunológico deprimido o con otras infecciones subyacentes, para detectar la causa se deben efectuar los exámenes pertinentes que evidencien la raíz del problema.
La mala alimentación también influye en la recurrencia de las infecciones por hongos, pues cuando no se reciben los nutrientes necesarios el sistema inmunológico se debilita perdiendo su capacidad para combatir infecciones.
Candidiasis es la más frecuente y afecta a los órganos sexuales, la boca y la piel, pero también puede propagarse a otras zonas del cuerpo afectando a órganos vitales y causando graves perjuicios para la salud como la endocarditis, una infección de las válvulas cardiacas que puede ocasionar soplos, arritmias y otros problemas del corazón.
Onicomicosis cuando la infección afecta a las uñas de las manos y de los pies.
Tiña es una infección micótica que afecta al cuero cabelludo y puede producir alopecia difusa dejando áreas circulares despobladas de cabello que se diseminan por toda la cabeza.
La pitiriasis versicolor es otro tipo de micosis que afecta específicamente a la piel y se caracteriza por dejar manchas blanquecinas bien diferenciadas sobre la superficie afectada que pueden diseminarse a otras áreas u ocupar grandes extensiones.
El tratamiento consiste en la aplicación de productos antifúngicos como el ketonazol vía tópica, aunque dependiendo de la gravedad también pueden utilizarse tratamientos antimicóticos orales. La coloración normal de la piel puede tardar meses en volver aunque la infección haya sido erradicada.
Esporotricosis afecta a los ganglios linfáticos y también la piel, suele darse en jardineros y personas que trabajan con plantas porque es provocada por un hongo denominado Sporothrix schenckii que habita en abonos y rosales.
Histoplasmosis otra infección pulmonar causada por el hongo Histoplasma capsulatum que libera sus esporas en la tierra y que son inhaladas cuando se remueve, por lo que personas que trabajan con plantas tienen más posibilidades de contraer esa infección.
Características de los hongos en las uñas:
En términos médicos se llama onicomicosis, pero comúnmente se les dice “hongos en las uñas”. Es algo muy frecuente sobre todo en los hombres y en los dedos grandes de los pies. También se pueden presentar en las manos. En este caso, afecta más a las mujeres.
Apenas una uña se infecta con un hongo, éste podrá propagarse a las demás uñas sin problemas, pero siempre del mismo miembro. Esto quiere decir entre las uñas del mismo pie o de la misma mano o bien pasar de un pie a otro o de una mano a la otra. Son muy raras las ocasiones en las que teniendo hongos en los pies pasen a las manos.
Generalmente, los hongos son causados por agentes relacionados al ambiente, tales como humedad y altas temperaturas, como por ejemplo, usar calzado cerrado muchas horas al día, pasar horas en una piscina, etc. Pueden afectar a su vez a personas que constantemente están en contacto con el agua, lavando platos, limpiando casas, los adultos mayores de 60 años que padecen diabetes, problemas de circulación o su sistema inmune es débil.
A partir de que los hongos afectan la uña, ésta se vuelve más gruesa y comienza a verse amarillenta. En algunos casos adquieren tonos grises, verdes, marrones y negros. Según va progresando la afección, invade más áreas de la uña, la cuál se pela y hasta se puede caer. Debajo, la piel estará roja e hinchada y producirá picazón.
En el caso puntual de los hongos en las uñas de las manos, éstas se tornan amarillas o marrones, agrietadas, quebradizas y débiles. No tiene la fuerza suficiente para crecer y hasta se cae, ocasionando lo mismo en la piel que lo que ocurre en los pies.
Recomendaciones para evitar la propagación de los hongos en las uñas.
Estos consejos son para los hongos de los pies:
No utilizar un calzado demasiado apretado ni de materiales sintéticos. A los hongos “les encantan” los ambientes húmedos, oscuros y poco ventilados, porque allí es donde pueden multiplicarse. Durante el invierno, tener cuidado de permanecer mucho tiempo con medias mojadas o húmedas. El material prohibido es aquél que no permite a la piel “respirar”, como ser el plástico. Se aconsejan los zapatos de cuero y en lo posible, con áreas que dejen el pie libre (sobre todo los dedos).
Evitar caminar descalzo en lugares públicos como ser baños de gimnasios, vestuarios, duchas o piscinas. Luego de hacerlo, lavar y secar muy bien los pies antes de colocarse el calzado.
No utilizar el corta uñas o alicate de otras personas, como por ejemplo en un salón de estética o entre la familia. Siempre llevar el propio y no compartir con los demás. Si se tienen hongos en una uña, no usar la misma herramienta que para cortar las demás uñas. Así se evita el traspaso. Cortar las uñas en línea recta y regularmente.
Usar calcetines que sean 100% de algodón, que absorben la humedad de los pies. Si se mojan por la lluvia por ejemplo, cambiarlos lo antes posible y aplicar talco.
En el caso de hongos en las uñas de las manos:
Utilizar guantes impermeables para lavar los platos, la ropa o los pisos, es decir, todo lo que requiera contacto con el agua.
No usar la lima de otras personas, tampoco el corta uñas. Llevar siempre la propia y evitar mezclar la reservada para la uña afectada que para las sanas.
No compartir toallas o paños con otras personas, para evitar el contagio y además, no comerse las uñas.
Remedios caseros para los hongos de las uñas:
Mezcla una cucharadita de aceite de oliva con tres gotas de aceite del árbol del té y aplica directamente sobre la uña durante 20 días, alternadamente, es decir, un día si y al otro no.
Los aceites esenciales o también llamados aceites de Spa, son ideales para los hongos, es necesario echarle una pizca de orégano o en su defecto comprar un aceite de orégano, para combinarlo con un poco de aceite de oliva. Se necesitara untar sobre la zona del hongo diariamente.
El limón al ser un cítrico contiene una serie de propiedades que pueden ayudar a eliminar los hongos. Es necesario exprimir unos 4 limones y una vez esto, aplicarlo en la zona donde se tiene el hongo por un lapso de 5 minutos, después de eso, se necesitara lavar con agua tibia.
Vierte una taza de vinagre de manzana en un recipiente con agua. Remoja los pies 20 minutos y luego seca bien. Puedes usar un secador de cabello en temperatura moderada para que se absorba toda la humedad que pueda quedar debajo de las uñas.
Mezcla una cucharadita de aceite de oliva con tres gotas de aceite esencial de orégano y aplica todos los días en la uña afectada por tres semanas seguidas.
Añade en un esmalte transparente un diente de ajo picado bien fino, 3 gotas de yodo blanco y 7 de limón. Deja reposando una semana y luego aplica una capa en la uña que tenga hongos por dos semanas. Retira con quita esmaltes y algodón.
Mezcla medio vaso de aceite de ricino con siete gotas de zumo de limón y ubica los pies en el recipiente. Aplica por seis semanas consecutivas. Lava y seca bien los pies.
Hierve cinco dientes de ajo con una taza de agua. Vierte la preparación en un recipiente y cuando esté tibia coloca allí los pies, procurando que las uñas queden sumergidas. Al menos 15 minutos y luego seca bien. Repite el procedimiento por cuatro semanas.
Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta que formes una pasta. Pasar con un algodón por toda la uña y si se puede, en el interior (para que tome contacto con la piel). Dejar unos minutos y luego enjuagar y secar bien.
Pon a hervir dos tazas de agua con 3 cucharadas de tomillo, durante 5 minutos. Apaga el fuego, tapa y deja enfriar. Coloca el preparado embebiendo un algodón en las uñas con hongos.
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