No puedo dejar de agradecerte cada sonrisa que me diste, cada vez que en medio de mi dolor tu fuiste un bálsamo de sanidad, me alegro de los buenos momentos que me senté a comer de toda la abundancia que tu pusiste en mi mesa, no me faltó abrigo durante estos once meses, llenaste mi corazón de alegría al permitirme disfrutar de mi familia y abrazar el aire puro de tu presencia, gracias por el dolor que permitiste porque el sirvió para que yo me acercara mas a ti y verte como mi sanador, bendigo al DIOS Eterno por la gracia de amarlo y permitirme vivir un año más, hoy me pongo a la puerta de este nuevo año y entraré como alguien que llega a la tierra prometida confiando que este también será un buen año en donde mi cuerpo se prepara para recibirlo con los brazos abiertos, comeré lo mejor de la tierra, de toda la abundancia de ella hasta quedar satisfecho de todo el bien de este año que se va, me deleitaré de los suculentos manjares de su presencia, tendré en mis manos medidas buenas, llenas y rebosantes, nada escaseará, nada disminuirá, llamo al cuerno de la abundancia que se estacione por años en el seno de mi hogar sin disminuir su capacidad productiva para todas mis generaciones, en este tiempo venidero yo pisaré toda maldad hasta que se convierta en polvo y ceniza porque yo tengo la victoria sobre ellos, no tienen derecho y autoridad en mi vida porque yo sirvo al SEÑOR con corazón sincero y ánimo voluntario, y su cerco de protección pertenece a mi hogar y con el viviré seguro todos los días de mi vida. Gracias SEÑOR por darme un año más en la tierra de los vivientes.
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