Si hubiera tratado de encontrar a la mejor amiga del mundo, nunca la hubiera encontrado allá afuera, ya que tu, mi querida hermana, eres la mejor amiga del mundo...
Mi corazón está plenamente agradecido por haber sido bendecid@ por tu amada presencia. Tu valor, tu amor, tu fidelidad y tus palabras tienen un valor incalculable. Bendito el día en que Dios decidió que tú fueras mi hermana.
Pensar en ti es sentir que el cariño y el abrazo cálido me envuelven. Una hermana como tú es quien me hace sentir que puedo contar con alguien incondicional y que en momentos de tristeza o de alegría, estás conmigo. Gracias hermana mía.
Porque el amor de hermana no tiene sustituto, porque me conoces tal y como soy, porque me aceptas a pesar de todas mis faltas, porque posiblemente pensarás que “no te queda de otra”, pero siempre estás conmigo. Por todo eso: Eres mi hermana consentida, te quiero mucho.
Lo genial de tener una hermana, es que trae integrada a tu mejor Amiga.
Es grande mi admiración por ti, he de aprender de tu perseverancia y esa capacidad que tienes de amar y perdonar. Dios te bendiga hoy, mañana y siempre mi querida hermana...
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